¡Sorpréndeme, por tu madre!
El ser humano es una criatura a la que le gusta vivir confortablemente instalada en la costumbre, con el menor número posible de sobresaltos. Hemos aprendido a lo largo de millones de años de evolución que las novedades a veces condicionan seriamente la supervivencia, así que mejor que no las haya. Pero, al mismo tiempo,